domingo, 20 de diciembre de 2009

Centralismo meteorológico


La mayor parte de los informativos que se emiten para todo el Estado tienen su sede operativa en Madrid. Esto ocasiona muchas veces distorsiones enfáticas en favor de lo que ha ocurrido en la capital. De esta manera, situaciones muy locales terminan escalando al escaparate global.

Entre ellas, el tiempo suele ser, sin duda, el protagonista. Cualquier fenómeno meteorológico adverso se magnifica cuando ocurre en Madrid. Por ejemplo, la lluvia fuerte en la ciudad se presenta casi como si España entera se estuviera ahogando. De manera paralela, la nieve sólo tiene importancia al cubrir la Cibeles o los destrozos del granizo son más significativos en el Retiro que en la Ribera del Duero en Septiembre.

Pero hablando de climatología, siempre se suele introducir un elemento que ayuda a que el centralismo no sea absoluto. Se trata de la playa de La Concha, en Donosti. Si llueve, en seguida aparece la imagen de la arena húmeda de la playa de la Concha. Para ilustrar una nevada, nada mejor que la playa de la Concha cubierta de un manto blanco. Y el calor axfisiante queda bien plasmado a través de una ristra de sombrillas que atestan el arenal. Todo ello acompañado, claro, de la correspondiente panda de surferos o de algún loco del mar que nunca pierden la oportunidad de zambullirse en sus aguas, haga como haga.

Por cierto, esta semana nevó en Madrid. Y me dio lo mismo. Me debo preocupar, esto es peor de lo que imaginaba.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Vivir


A veces, la vida se puede resumir a través de las sensaciones sobrevenidas en instantes muy particulares. Por ejemplo, durante sólo 5 segundos, iluminados a intervalos por múltiples ráfagas de una luz flasheada de color blanca. Lo más inmediato era presenciar una escena compuesta por decenas de brazos en alto, que servían para identificar la presencia de otras tantas personas dando saltos enloquecidos al ritmo de una música de escándalo. No sé a qué velocidad funciona el cerebro ni el ritmo habitual de generación de ideas, pero reconozco que, durante esos escasos 5 segundos, reflexioné sobre los siguientes aspectos (sin duda, todavía me encontraba colapsado tras disfrutar de uno de los más famosos espectáculos a los que se puede asistir en la actualidad):

  • No sé si yo pertezco ya a este mundillo.
  • Es una buena forma de celebrar el día que es.
  • Madrid está muerto.
  • Tengo calor.
  • Me da igual que mi vuelo saga en 3 horas.
  • Me gusta sentirme vivo.
  • Tengo la impresión de estar solo.
  • Esto es una pasada.
  • No quiero seguir así.
  • Vaya, sí que ha sido un día completo.
Ahora tan sólo falta disfrutar de los 86.395 segundos restantes del día.


lunes, 9 de noviembre de 2009

Quizás quiso decir `Valencia´


Palencia es una ciudad extraña. Me salen madres por doquier.

En el quiosco, comprando El País del domingo:
- ¿Cuánto es?
- 2.20, hijo.

En el monasterio, comprando unos hojaldres:
- Gracias, hasta luego.
- Adiós, hijo.



A pesar de tanto maternalismo, Palencia es una ciudad cada vez más triste y solitaria. Incluso Google avanza que está dejando de existir. Tan sólo hay que probar a teclear en el buscador "Palencia agenda actividades" para que automáticamente te intente corregir, por si te has equivocado en una letra. No, quería una "P".


sábado, 7 de noviembre de 2009

Cambio - Exchange


Comencé a ser consciente de que algo estaba empezando a cambiar en mí la primera vez que devolví el recibo de la cuota semestral del partido al que llevo afiliado desde hace algunos años. Y me sentí bien. Después le siguieron muchas discrepancias con la ideología manifestada, así como con su práctica formal. Pero en política, como en la Iglesia, no se ve con buenos ojos el debate libre. Me siento cada vez más independiente y eso me hace encontrarme perdido.

Es mucho más fácil afrontar la vida siguiendo las directrices que algún orador carísmático impone a su rebaño. Así no se tiene que pensar y se encuentra en la organización el refugio adecuado a cada circunstancia. Sin embargo, a uno le deja descolocado el hecho de observar la propia evolución. Quizá sea cosa de la edad, de la modificación de las circunstancias personales, del entorno... El hecho es que, sin llegar a perder los principios básicos que definen la moralidad de uno, se dejan de compartir muchos planteamientos sociales. Sobre todo aquellos que atentan contra el argumento que cada vez más considero irrenunciable: la libertad.

Está todo hecho un lío y las sensaciones negativas abundan al aventurar un futuro pesimista. Parece que todos son iguales. Y yo creo que ya no soy de los míos. Lo que ocurre que es tampoco quiero ser de los otros. Ninguna de estas cuestiones debe resultar tan extraña, dado que atravesamos un momento en el que El Mundo editorializa con inquietud furtiva contra el llamado líder del PP, mientras que El País tiene a bien criticar a un gobierno a la deriva. Claro que mejor no entrar a evaluar la cuestión de fondo que mueve a los redactores de los artículos de uno y otro periódico.


miércoles, 21 de octubre de 2009

Desasosiego


Me cruzaba con él todas las mañanas, concretamente en el tramo de la Ronda de Atocha que discurre entre la calle Valencia y el museo Reina Sofía. Con el tiempo y ayudado por cierta obsesión, había aprendido a acomodar mi jornada laboral, en principio flexible, a una entrada fija. Así, siempre apresurado, salía todos los días a la misma hora de casa, en torno a las 07:45h de la mañana. A él lo encontraba, sin embargo, caminando tranquilo hacia la Glorieta de Embajadores. Fue lo primero que me llamó la atención: aquel insultante sosiego con el que se tomaba el despertar cercano.

Todo esto comenzó a principios de Septiembre, cuando la actividad masiva regresa a Madrid de manera compulsiva. Al cabo de casi una semana de encontrármelo a diario, ya tenía una idea bien perfilada del motivo de su reiterativa presencia. Se trataba, sin duda, de un recién diplomado en enfermería que acababa de llegar a la capital desde alguna provincia del sur. Compartía piso con otros inmigrantes en Leganés (quizá en Fuenlabrada) y se desplazaba todas las mañanas en Cercanías hasta la estación principal. Siempre cogía el mismo tren y después se dirigía hacia alguno de los centros asistenciales que las mutuas privadas tienen ubicados por el centro.

Mi imaginación no tenía límites, pues el recuerdo de su imagen ocupaba cualquier hueco que permitía mi ajetreo habitual. Procuraba arreglarme más e incluso vestía de nuevo traje y corbata. Todo con tal de que se fijara en mí. Me costó dos semanas. Durante la primera, sólo se le extraviaba una mirada despistada. Ya en la segunda, se manifestó con furtivismo. Después dejó de ocultar que cada día me observaba llegar desde lejos, e incluso me parecía apreciar un atisbo de sonrisa entre esos labios carnosos, sonrosados, que me traían loco.

Una mañana en la que se había ido la electricidad en casa y me costó más de lo habitual meterme en la ducha, salí especialmente acelerado a la calle. Me tropecé con él al doblar la esquina de La Casa Encendida. Por instinto, le pedí perdón. No te preocupes, me contestó mientras me rozaba el brazo, que aquel día llevaba descubierto dado que San Miguel se estaba manifestando en su plenitud. Lo hizo con una suavidad tal, que me estremecí. Su caricia, si es que lo fue, había constituido una de la situaciones más eróticas de mi vida.

Transcurrían los días y yo cada vez lo pasaba peor, de pura frustración. Le veía alejarse todos los días, desaparecía tras la Casa de Baños. A veces, él también se giraba, ocasionando alguna que otra incomodidad e incapacidad de reacción. Tenía que pasar algo ya. Y sucedió ayer. Ayer estaba predestinado a ser un día más, pero no dejé que así fuera. Ayer salí de casa abrochado hasta las cejas por el frío y por el viento, que habían transformado de repente a Madrid en una ciudad encantadora. Ayer le encontré a la altura de la vinoteca. Ayer nos seguimos con la mirada, nada nuevo. Ayer, cuando me rebasó, me di la vuelta para no perder su perfil, como ya tenía por costumbre. Ayer él también hizo lo propio, pero esta vez yo estaba dispuesto a que no quedara ahí.
Ordenados directamente desde mi estómago, que había dado vacaciones temporales al cerebro, mis pies reanudaron la marcha hacia él. Cada vez me aproximaba más despacio, pero decidido, porque se detuvo y adelantó con su pulcra sonrisa el recibimiento que tuve a continuación. Nos besamos con pasión, como faltándonos tiempo, queriendo descargar en esos escasos segundos toda la tensión que habíamos acumulado durante dos meses y medio de oscuridad sobrevenida. Nos apretamos todo lo fuerte que pudimos, pasándonos las manos por cada centímetro de piel que permitimos penetrar, hasta que, de pura excitación, nos quedamos sin respiración.

- Hola.
- Hola.
- Me llamo David.
- Ya lo sabía. Yo Manel.
- Nos vemos mañana.
- Claro.
- Adiós

Ayer me despedí de él. Junto a las ramas derramadas de un árbol que no había podido soportar la violencia de la noche, susurré un adiós. Empecé a temblar y no supe siquiera balbucear algo más convincente.
Ayer tuve varios sueños. Rotos los lazos que nos unen a los desconocidos, hoy he cambiado el trayecto hacia la parada del bus.

martes, 20 de octubre de 2009

Todo mojado


Primer temporal del otoño. Lo que no llueva entra el 15 de octubre y el 15 de noviembre no caerá ya durante el resto del año. De hecho, está recién estrenado el calendario hidrológico. Época de setas y de castañas. Antaño también de cacahuetes fritos los sábados por la tarde, como preludio de una sesión de fútbol nacional amenizado por pizza casera y sandwichs de salami.

Es curioso percibir cómo los fenómenos (atmosféricos), en principio regidos por las leyes del caos, se suceden con extraordinaria regularidad.

sábado, 10 de octubre de 2009

Soy un náufrago


El perro se cansó pronto de discutir sobre si el hecho de ser negro le había ocasionado algún inconveniente en la vida. No es de mucho reflexionar él, así que enseguida se puso a jugar a tírame un palo que yo voy corriendo a recogerlo y después me lo como. Mientras tanto, yo me entretenía asumiendo el desencanto ante la situación político-económica española.

Pero mi ensimismamiento pronto se rompió al verme sorprendido por una escena ciertamente exótica. Una pareja de viejecitos estaba caminando sobre el río. No puedo asegurar que su único interés consistiera en cruzar al otro lado, puesto que la mujer se detenía a menudo, muy concentrada en el trabajo de ganchillo que llevaba entre sus manos. En esto, sugirió ir al Burger King a tomar un café, a lo que su abnegado marido respondió con un leve gesto de morros, al tiempo que giraba aguas arriba. Sólo entre dientes llegó a proponer: pues yo me tomaré un sandy de caramelo.

Es todo muy extraño, un drama, me atrevería a decir. Ese punto de garbanzo ya no se lleva. Ahora están más de moda los ochos.

martes, 29 de septiembre de 2009

Esto no debería ser así



Día gris, fresco, húmedo. Tristón. Se podría decir que tipicamente otoñal, pues incluso algunos árboles ya manifiestan signos de querer cambiar de tonalidad. Siendo honesto, desde mediados de agosto muchos ejemplares ya venían cubriendo sus ramas de mantos de hojas parduzcas. Sobre todo los castaños, que cada vez soportan peor la isla de calor contenida en el centro de Madrid.

Hay especies que tienen los días contados en esta ciudad. Aunque se haya convivido con ellas "durante toda la vida", las cosas cambian. El clima, también. Y un caballo no puede plantarse en un mirador. Está fuera de lugar.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Mirando para otro lado


Hace un par de años colocaron en el paseo del río unas monísimas vallas de madera, aprovechando la subvención que los trabajadores alemanes tuvieron a bien realizarnos a través de los Fondos de Cohesión Social. Como no podía ser de otra manera, el endeble material empleado ya se ha descolingado, debido sobre todo a actos vandálicos durante los fines de semana.

Con independencia de que mi sueño erótico consista en hacer botellón con una panda de adolescentes desbocados (no descartando el que luego, en un momento de éxtasis, haya que atacar alguna comisaría de policía), lo que no se puede hacer es mirar hacia otro lado. Existe diversión mal interpretada, sí, al igual que hay putas en Montera o maricas en Palencia (que van de la mano por la calle Mayor -sí, es verdad). Se pueden plantear premisas que arrojen un mundo feliz como situación de partida. Pero la realidad, la mayoría de las veces, no es así. Habrá que ajustarse a ella.


lunes, 14 de septiembre de 2009

Final del verano


Se acabó, aunque apenas me haya enterado de su existencia. El primer frente frío atlántico, típico de la nueva era, ha penetrado por el suroeste de la Península Ibérica, ocasionando un descenso brusco de las temperaturas y fuertes precipitaciones en la fachada mediterránea. Incluso en Sierra Nevada se han visto algunos copos de nieve anticipada.

Ha resultado un verano extremadamente caluroso, casi parecido al sufrido durante 2003. Aunque las temperaturas sólo ocasionalmente han superado la cota de unos agradables 39ºC, se han sucedido semanas en las que éstas permanecieron muy elevadas. Por fin me puedo poner de nuevo algo de ropa en casa, pues no me gusta andar desnudo (no sé si mis vecinos piensan igual).

Ahora toca disfrutar del otoño. Octubre es una de los meses más especiales en Madrid, quizá junto a Abril. Pero la vuelta masiva a la actividad también tiene sus cosas malas. Por ejemplo, el gimnasio se ha vuelto a petar. Aunque al menos se ha apuntado algún bakala-macarra-chico_de_barrio, que hace muchos ejercicios de body pump para fortalecer sus glúteos. Hay cosas que nunca cambiarán.

martes, 1 de septiembre de 2009

Una contra otra



Hubo un tiempo en el que decía que me podían poner la foto de cualquier trocito de fachada y reconocer el lugar exacto donde había sido tomada. En mis mejores momentos de ciclista frustrado, me conocía Palencia de Pe a Pa (de Palencia). Estaba al día de todos los acontecimientos que tenían lugar en cualquier rincón de la ciudad, sobre todo los de tipo constructivo. Creo que uno se siente de la ciudad en la que se para a ver transcurrir las obras, cual prototipo de jubilado.

Recuerdo a Madrid levantado desde el día que llegué. Pero ahora es cuando soy de verdad consciente de la peatonalización de Fuencarral y Montera, del sempiterno acerado de la Glorieta de Carlos V o del nuevo aspecto que algún día tendrá Sol. Por cierto, la reurbanización de algunas calles céntricas está dejando al descubierto adoquines del siglo XIX y los caminos de hierro que empleaban los tranvías para desembocar en la Red de San Luis. Pero enseguida se vuelven a cubrir de asfalto y me da rabia. Estoy por pensar que al final no soy tan moderno, y que me gusta más lo tradicional. O lo antiguo, quizá.

Definitivamente, ya soy de Madrid. Cuando vuelvo a Palencia, me veo más turista que otra cosa. Y si llevo a alguien, pues toca de guía. Además, soy de los buenos. Aunque el nombre de algunas calles ya se me estén olvidando y todavía no conozca por dónde han metido el flamante carril bici.

Tengo ganas de cortar cabezas.

martes, 11 de agosto de 2009

Estrella


Me recuerdo bajo un puente y con mucho tráfico rodeando un gran edificio de El Corte Inglés. Supongo que sería el de Castellana, junto a la antigua entrada a Cercanías de Nuevos Ministerios. Mi madre al lado, pues habríamos venido a Madrid de excursión, acompañando a mi padre, que seguramente tendría una reunión en el sindicato.

Entonces, venir a la capital me excitaba, con tanta actividad por todas partes. Aquel día creo que fuimos al Museo de Cera, visita tradicional. En verano nos acercábamos al Zoo o al Parque de Atracciones.

Aproximadamente 25 años después vivo aquí. Cuando mi hermana veía pasar los días plácidamente sentada en el sofá, quejándose de que nadie la venía a buscar para ofrecerle el trabajo de su vida, consideraba que unos nacen con estrella y otros estrellados. Y pienso todas estas cosas sin sentido mientras escucho a Mari Trini y preparo la maleta para irme a Benidorm. El recorrido del glamour. Cambiar todo para volver atrás.

domingo, 2 de agosto de 2009

Sobrevivir a agosto



En algún momento se me ocurrió pensar que las putas, en cierto modo, podrían llegar a disfrutar con su trabajo. Me siento como una puta. Y ahora puedo asegurar que no es nada agradable.

Dura la vuelta a Madrid. Parece que acabo de regresar, aunque llevo ya un mes aquí. Quizá es que no quiero acabar de ser consciente de ello. Seguro que todo se puede arreglar si pinto la casa. Para quitarle el color. Cualquier cosa con tal de sobrevivir a este agosto.

sábado, 20 de junio de 2009

Calvario



Tumbado en el césped de la piscina municipal, algo acurrucado para poder soportar con dignidad el fresquito matutino. El libro de la derecha alzado en la mano, cuyo volumen opaco lo aprovecho para tapar el sol. Azul alrededor del texto, sin nubes. Lo atraviesan, eso sí, algunas cigüeñas, que vienen saciadas del vertedero. Y las campanas de la catedral que, al fondo, intentan competir con la banda de trompetas y tambores que ya está ensayando para las próximas fiestas de los barrios.

Una glorieta en construcción y una avenida que sólo tiene un carril para ida y otro para vuelta. Está toda Palencia levantada, es imposible moverse. Los atascos son infernales, horroroso todo.

Saludos allá donde vayas. Referencias acerca de las personas que tienes alrededor. Y el camarero que no deja de mirarme. Pero claro, como para decir algo aquí.

Para un rato bien, pero esto es como un calvario. Por supuesto, según mi estilo y persepectivas de vida actuales.

jueves, 18 de junio de 2009

Las pinzas de colores



Actualmente dos asuntos son los que ocupan la mayor parte de mis pensamientos:

  1. A la vuelta del gimnasio, la toalla pequeña hay que tenderla en la cuerda con las pinzas verdes. La toalla grande queda prendida con las rojas. Y los pantalones cortos se sujetan con las de color amarillo. Tengo dudas de que ésta sea la forma buena de hacer las cosas.
  2. Los liberales en el terreno económico suelen ser conservadores en cuanto a principios sociales. ¿No se puede ser progresista y defensor también de la libertad en los mercados?
Estoy hecho un lío.

lunes, 15 de junio de 2009

¡Cielos!



Repasando mis fotos, soy consciente de que me gusta mucho el cielo. No sé si por razones estéticas o más bien derivado de mi tendencia natural a la evasión.

Los sueños constituyen quizá la gran manifestación de libertad para los que viven reprimidos. Cuando era joven, me levantaba durante las noches de verano envuelto en sudor. Simple cuestión de calor. Ahora también me despierto mojado. Sólo que me veo follándote, acompasando mis movimientos al ritmo de tus besos. La desilusión viene cuando descubro en la oscuridad que te he sustituido por una almohada.

viernes, 12 de junio de 2009

Perdurabilidad


A veces asusta cuán fácilmente podemos suscribir palabras escritas hace más de 2.400 años. Quizá el ser humano sólo evoluciona para no aburrirse de hacer las cosas siempre igual. Pero nuestro alma permanece imperturbable.

Considera primeramente esto: si crees que alguien preferiría gobernar entre temores a dormir tranquilo, teniendo el mismo poder. Por lo que a mí respecta, no tengo más deseo de ser rey que de actuar como si lo fuera, ni ninguna otra persona que sepa razonar. En efecto, ahora lo obtengo de ti todo sin temor, pero, si fuera yo mismo el que gobernara, haría muchas cosas también contra mi voluntad. ¿Cómo, pues, iba a ser para mí más grato el poder absoluto, que un mando y un dominio exentos de sufrimientos? Aún no estoy tan mal aconsejado como para desear otras cosas que no sean los honores acompañados de provecho. Actualmente, todos me saludan y me acogen con cariño. Los que ahora tienen necesidad de ti me halagan, pues en esto está, para ellos, el obtener todo. ¿Cómo iba yo, pues, a pretender aquello desprendiéndome de esto? Una mente que razona bien no puede volverse torpe. No soy, por tanto, amigo de esta idea ni soportaría nunca la compañía de quien lo hiciera.

domingo, 7 de junio de 2009

Rescátame



05/06/2009
Un paseo por El Retiro, camino hacia la Feria del Libro, es un buen momento para reflexionar sobre las diferencias sociales. Los parques de juegos infantiles están muy bien vigilados por chicas de diversa procedencia, pero entre las que proliferan sudamericanas y del este de Europa. Sin duda, están dando un respiro a los uniformados niños, que probablemente se axfisian entre las paredes de los palacetes de sus privilegiados padres. Supongo que estas chicas para todo podrán cobrar en torno a 1000 € mensuales. No me cabe en la cabeza que alguien pueda ganar lo suficiente como para que le sobre tal cantidad de dinero al mes con la que poder entretener a su descendencia.

16/11/2007
La decoración tenía que ser de Miró.
Creo que necesito antibióticos de amplio espectro y medicación para todo. Me puede joder el hígado, pero a base de atiborrarlo de alcohol tampoco es que tuviera muchas expectativas. Que me vayan quitando las pastillas poco a poco, hasta que descubran si es lupus u otro tipo de mal.

Deambular por las calles, sin saber en búsqueda de qué. Ni siquiera tengo claro qué me falta, como para tener que buscarlo. Ni siquiera estoy seguro de estar buscando algo. Me cruzo con un chico y me imagino cómo podría ser la vida a su lado. Me gustaría más que la actual. Es guapo, me llaman la atención sus rasgos, parece buena persona. E inteligente, tendríamos grandes conversaciones. Mírame tú también, deténte un momento. Ven a por mí y rescátame. Incluso podríamos evadirnos hacia lugares que cuando era joven me provocaron ilusiones húmedas.

Pasó de largo, éste también. Me tengo que quedar conmigo mismo, aunque no me soporte. Pero, mientras tanto, ahogo mi ansiedad entre gotas de un dulzor amargo que relamo como si la felicidad me fuera en ello. ¿Ves? A veces no es necesario pronunciar nombres. En primera persona, también puedo hablar de ti.



lunes, 1 de junio de 2009

Y católico si hace falta


Madre mía madre mía madre mía madre mía. Uno que entra a la home de Orange para ver si han colgado algo de lo que hemos subido a Producción este fin de semana y me encuentro con semejante foto. Nos vamos a recrear bastante durante las próximas temporadas gracias a Florentino.


sábado, 30 de mayo de 2009

Los signos inequívocos


Siempre me gustó más la economía de la calle que la de las pizarras. Es verdad que sobre el papel se soporta casi cualquier cosa. La manipulación de variables te concede cierta sensación de poder, al poner en marcha el sistema y observar qué le ocurre al modelo ante un cambio en sus condiciones iniciales.

Pero se disfruta mucho más sintiendo la economía. Y, en este sentido, la tan ansiada recuperación de esta crisis tan horrorosa que estamos padeciendo ya empieza a notarse en la calle. Se trata de pequeños síntomas que, sin duda, son los más fiables. Por ejemplo, otra vez huele a sudor en la entrada de Cercanías de Aluche y, en los últimos días, casi están ocupados por completo los asientos del tren. Quizá se trate únicamente de los efectos del FEIL, pero el carro se ha puesto en marcha.

Para celebrarlo, un paisaje mironiano.

martes, 26 de mayo de 2009

Palentinismo


Cada vez que vuelvo a Palencia, me llama más la atención el tremendo acento que tenemos en esta tierra. Los cambios constantes en la entonación, conjugados con lo directo del lenguaje, distinguen a la legua a los oriundos de este secarral castellano. Se aprecia fundamentalmente en las mujeres. Y si hay una mujer palentina conocida por antonomasia, ésa es Marta Domínguez Azpeleta.

Vamos a perdonarla su apoyo al PP y que incluso en las anteriores elecciones municipales se presentara en sus listas, para llegar a ser concejal de deportes (como fenómeno curioso, los socialistas de la capital constituyen un lunar rojo entre la marea azul que lo circunda). Tengo grabadas en la memoria las imágenes de la carrera de los 5.000 metros obstáculos de los últimos Juegos Olímpicos de Pekín. Su tropiezo y caída en la pista, incluida una pérdida moméntanea de consciencia, nos dejaron a muchos sin respiración. Sin embargo, al final de la competición, se acercó al stand de TVE para una rápida entrevista. La sonrisa que nos regaló y el derroche de optimismo que mostró tras el nefasto momento que acababa de atravesar, me sirven como modelo en no pocas ocasiones. Aunque me tenga que forzar a ello.



viernes, 22 de mayo de 2009

Taladros


Con la excusa de la repentina incorporación a mi anodina vida de la primera bolsa de aire sahariano de la temporada, me he rapado el pelo. Hacía calor, sudaba mucho en el gimnasio y mis rizos ya no son los anillos dorados que me adornaban cuando era preescolar (para regocijo de mi madre). Como de costumbre, mi peluquero me hizo lo que quiso, aunque esta vez le pareció oportuno otorgarme un cierto toque de modernidad, plasmado en un atisbo de flequillo.

A mis compañeros no les ha gustado el nuevo look. Pero tengo tantas armas con las que contraatacar que, en seguida, les he hecho callar. En el fondo, me gusta el nuevo peinado. Es un cambio. Además, disimula las cada vez más pronunciadas entradas. Quizá sea el primer signo de deterioro físico, que pude también corroborar al observar cómo la sábana oscura que me cubría mientras me cortaba el pelo quedaba plagada de espeluznantes filamentos blanquecinos.

Las evidencias espirituales son todavía mayores. Me han llegado a decir que en los últimos tiempos luzco una apariencia... diferente. Sí, claro, he envejecido, y de la peor forma. De un día para otro. Porque creo reconocer que uno se hace mayor justo en el momento en el que descubre que la vida es una auténtica putada.

Por cierto, estos primeros sofocos han llevado a la eclosión de los huevos de mis queridas huéspedes, las polillas africanas. Gracias a los gusanos que tan amablemente me prestan, mis geranios están echados a perder. Estoy harto de los chupa savias.


domingo, 10 de mayo de 2009

Turistas españoles


Dos senderos serpenteantes pavimentados con teselas blancas muy irregulares vertebran el parque del Casino de la Reina. Se trata del mismo material que alfombra Lisboa entera.

Resulta complicado describir la sensación de sentarse junto a un murete para leer a Saramago, disfrutando del tibio sol del atardecer que penetra sin vacilación bajo la piel todavía embadurnada de invierno. Los gritos de los niños, que llegan entusiastas desde los juegos del fondo, impregnan de color el ambiente. Al lado pasean varias parejas, con ropajes de procedencias exóticas. Apenas entiendo alguna de las palabras que se cruzan. La mayoría son gente oscura, incluso negra, o tienen ojos con rasgos muy afilados. Con el libro me sumerjo en otra época de efímero esplendor, un siglo durante el cual el Tajo atravesaba mucho más alto la zona de Belém. No sé dónde estoy.

Escucho acercarse a carreras a un cachorro de cocker de pelo negro, que se para junto a mis pies y me mira, hasta conseguir que le acaricie la papada. Los dueños reclaman su atención con unas extrañas palabras, que recuerdan al acento del país del que creo provenir. Serán turistas, pensé. Serán españoles. Es igual, tampoco me parece significativo. Entonces el perro se fue y seguí leyendo. Continué viviendo.


miércoles, 6 de mayo de 2009

Energía


Ocho galletas. Es el número apropiado. Ni una menos ni una más, porque daría lugar a impar y es bien conocido que proporciona mala suerte empezar el día de ese modo. Con dos por debajo me quedaría con hambre, mientras que incrementándolas en dos me empacharía. Ocho galletas colocadas de dos en dos. Untadas con margarina y mermelada. Así me las preparaba mi madre cuando iba al cole, ya fuera por la noche, antes de acostarse, o por la mañana, levantándose conmigo.

Vuelvo a desayunar galletas, pero con algunas diferencias respecto a entonces. Las compro integrales o con trocitos de soja. La mermelada es de arándanos, porque una de las muchas oftalmólogas que he visitado en Madrid mencionó en cierta ocasión que es buena para la vista. Por último, ahora uso mantequilla. Mi madre nos daba ese otro sucedáneo vegetal porque en aquella época se decía que era más saludable. No puedo precisar si se trata de los mismos años durante los cuales daba miedo consumir aceite de oliva. Aunque quizá eso ocurrió antes de que yo naciera. Pero es que tengo tendencia a recordar cosas que ocurrieron cuando yo ni siquiera era un proyecto.

La mantequilla es light, por supuesto.

viernes, 24 de abril de 2009

Irónica compañía


Me estaba guardando esta foto, a la espera de la trágica noticia. Aconteció antes de lo esperado, esta misma mañana. Cuatro millones de parados ya. El país se construyó -en el sentido más literal del término- en los últimos años y ahora no sabemos dónde alojar a los obreros.

España es una bomba de relojería a la que no conviene agitar. Ninguna sociedad se puede permitir semejante cifra de personal viviendo de la subvención. Mientras dure.

sábado, 18 de abril de 2009

Un análisis como otro cualquiera


Expongo hoy la tradicional imagen de la primavera madrileña. Por cierto, los niños republicanos están cada vez más buenos. Hay que ver lo que están aprendiendo de marketing estos rojos. Como para no adherirse a la causa...

Sin embargo, las manifestaciones, como todo evento masificado, me ocasionan sofocos. Las discotecas son aún peores para ello. Necesito mi espacio vital, por lo que tanto cuerpo restregándose contra uno me termina por agobiar. Sobre todo si se trata de Alejandro Amenábar, que es bien sabido que le tengo manía. Por cuestiones personales, claro.

domingo, 12 de abril de 2009

Divergencias



La forma más habitual de afrontar el exceso luz consiste en ponerse unas gafas de sol. También está la opción más simple de cerrar los ojos.

Son dos formas diferentes de solucionar un inconveniente.
Lo que pasa es que con esta última se deja de ver lo que sucede alrededor.

viernes, 10 de abril de 2009

Y mira que me gustan



No puedo concebir mayor emoción que la ocasionada por la salida de la Macarena desde su basílica. Quizá quede a la par, o incluso superada, por la expectación que preside la romería del Rocío. Demasiados sentimientos en tan escaso período de tiempo. Conviene interponer un poquito de Feria para poder sobrellevarlos.

Iba a comenzar diciendo que no puedo con los sevillanos, pero me voy a contener. Después de ver desfilar a la Guardia Civil, creo que estoy en disposición de adelantar el titular a toda página para el próximo domingo de El Diario Palentino: Miles de palentinos acompañan a la Virgen ante el dolor causado por la muerte de su amado hijo.

No voy a criticar las procesiones de por sí. De hecho, me resultan culturalmente llamativas, además de constituir un fenómeno de atracción turística de considerable importancia para estas tierras. Pero los escudos dedicados al Caudillo en las carrozas, los lazos blancos anti-aborto, las viudas embutidas en negro y el cadavérico alcalde cerrando el cortejo fúnebre, proporcionan un toque rancio que desvía la atención de la magnífica imaginería de la que hacemos gala.

viernes, 3 de abril de 2009

Vuela Vuela


Anoche soñé con AMLT (Acceso Mayorista a la Línea Telefónica). Creo recordar que no me gustó. De hecho, me he levantado con dolor de cabeza. Abundan las cosas que no me gustan últimamente, empezando por mí mismo. A veces pienso si precisamente esto último puede ser el motivo por el cual no me agrada lo que me rodea.

Echar a volar no puede ser la solución, porque los sueños son muy terrenales y ya están llegando. Sólo serviría para evadirme hacia un mundo de infinitas oportunidades. Y es bien sabido que el infinito, como todo concepto que no logro comprender, me asusta.

Hay canciones que me traen recuerdos de cosas que no recuerdo.

jueves, 2 de abril de 2009

Estos maricas...


No entiendo a la gente que se empalma en las duchas del gimnasio por un juego de miradas inocentemente libidinosas.

Me lo hacen pasar muy mal.

viernes, 27 de marzo de 2009

Todo parado


Sin querer resultar pesimista, creo que esta crisis económica tan horrorosa que estamos padeciendo me va a tocar de lleno en unos pocos meses, provocando algún que otro cambio. Quizá venga bien. Sí. Eso.

Por el contrario, la perspectiva de Ex-paña es muy lamentable. País que ha dejado siempre a los otros innovar, pues lo único se nos daba bien es el ladrillo y el lamento. En cuanto al paro, quizá el problema en unos años no sea tal. Hay que recordar que se trata de una variable que se obtiene de la mera resta entre población activa (personas en edad de trabajar y que quieren trabajar) y población ocupada (seres humanos que trabajan). Explico por qué el paro tenderá irremediablemente a reducirse:

POR QUÉ SE REDUCIRÁ LA POBLACIÓN ACTIVA:

  • Cada vez va a haber menos personas, debido tanto a que ya casi hay sólo gays -que tienden a no procrear- como a que todas las mujeres se van a poner a abortar de forma fulminante.
  • Los inmigrantes se van a acabar matando entre ellos.
  • De los pocos que queden, menos aún van a querer trabajar. Es que en Ex-paña se vive muy bien.
POR QUÉ SE INCREMENTARÁ LA POBLACIÓN OCUPADA:
  • La economía sumergida saldrá a flote y en algún momento las chapuzas a domicilio, el cotilleo en las comunidades de vecinos, la prostitución y la especulación inmobiliaria se declararán legales y pagarán impuestos.
  • Nos dedicaremos a actividades menos productivas pero muy intensivas en mano de obra (piénsese en recoger gavillas en el campo, abrir zanjas en calles recién asfaltadas y similares).
  • Los reinos de taifas demandarán un mayor número de funcionarios para poder turnarse a la hora de fichar. Es muy duro madrugar cada tres días para fichar por un compañero.

Dejemos pasar el tiempo y todo se irá aclarando. De momento, voy a emigrar unos días a Portugal, que me interesa a mí esa lengua. Además, a ellos les va todavía peor y, quieras que no, te llevas una alegría al cuerpo como resultado de la comparación.



jueves, 26 de marzo de 2009

Post


Ahora que llega el buen tiempo, los escaparates de las tiendas lucen new arrivals, una vez finalizadas las winter sales. Al quitarnos parte de las prendas que nos ocultaron durante los últimos meses, comenzamos a consumir más alimentos light, para estilizar la figura. Inscribirse en el gym también ayuda, estoy incluso por apuntarme a alguna clase de body pump. Todo ello por ir preparando las vacaciones de verano, para lo que ya estoy buscando algún B&B que me resulte conveniente. Tengo que hacerme un peeling también, que ya uno empieza a tener una edad y con el serum no le basta para conservar buen look.

Con todo esto, casi no tengo tiempo para nada, pues, laboralmente hablando, me pierdo customizando herramientas de billing y provisioning. Al menos las nuevas tecnologías evitan desplazamientos y solemos tirar a menudo de call conference y los soportes que me plantean para los fines de semana no tienen por qué ser on site. De todos modos, se está empezando a notar ya la crisis y me he quedado sin posibilidad de hacer más castings para ampliar el equipo.


Algunos medios de comunicación que habitualmente azuzan al partido de la derecha, han emprendido una cruzada por la defensa del castellano, pues parece que hablarlo en determinadas comunidades está penando con cadena perpetua. Se trata de una opinión compartida por aquellas personas que no son muy de viajar y que, por tanto, conocen poco de la realidad política y cultural de otras sociedades. Sin embargo, resulta curioso que se crean capaces de verter semejantes comentarios sin advertir las visicitudes de su propio style of life.

domingo, 22 de marzo de 2009

Desahogos



Sí, es cierto, soy seco. No es novedad. Me molestan muchas actitudes, normalmente empezando por las mías. Por ejemplo, me desquicia la señora que intenta abrir el caramelo en medio de una obra de teatro. También aborrezco a los virtuosos de la tos, que evidencian sus habilidades guturales entre un movimiento y otro de cualquier sinfonía. Por no hablar de la del abanico, que no para de golpearse el pecho derecho en el asiento de al lado durante todo el trayecto del tren. O las parejas, tríos y cuartetos que caminan a pasitos ocupando todo el ancho de la acera. La gente va de por libre por la vida.

Otras escenas simplemente no las puedo entender. Como los ciudadanos que se desplazan con calma en plena hora punta. Y esto me sucede especialmente en el segundo tramo de escaleras que conectan las líneas dos y diez del metro en la estación de Plaza de España. ¿Cómo es posible que a las siete de la mañana alguien pueda esperar plácidamente a que las mecánicas le acerquen a su destino?

Pero hay sobre todo una cosa que no puedo soportar. Me he intentado tratar de ello, pero no consigo remediarlo. Los cuerpos semidesnudos al comienzo de la primavera deberían estar definitivamente prohibidos.

viernes, 20 de marzo de 2009

Escandaloso


Dice Ratzinger que el condón incrementa el problema del sida. Que alguien procese a este hijo de puta por crímenes contra la humanidad.

No tengo más que decir.

domingo, 8 de marzo de 2009

Lavapiés como Palencia


Calificaba de cosmopolita -de manera eufemística- a Lavapiés. Ahora simplemente me divierte. Al salir de casa, en la terracita de al lado, una chica narra a los transeúntes el monólogo de una obra de teatro en la que hipotéticamente participará. Tampoco es difícil cruzarse con un concierto improvisado en medio de Argumosa. O escuchar conversaciones de grandes amigas en las que una confía a otra: Me encantas, tía, me caes genial, vamos a brindar. Pero ¿cómo te llamabas?. Y de ahí a toparse con una intervención artística en una esquina cualquiera. Como sugiere Lucía Etxebarría, se trata de un barrio multicultural, que no intercultural. La mezcla se aprecia curiosa, como por ejemplo la visión que proporciona algún morboso chico moro del brazo de una española normal.

Vivo en Madrid en el que probablemente sea el distrito más rústico de todos, donde en verano todavía se puede ver a abuelillas sentadas en una silla de mimbre junto a su portal. Incluso los domingos me despiertan las campanas de la iglesia colindante llamando a misa. Me tratan de urbanita, pero soy de campo. Y echo de menos a las cigüeñas.

Hay en Palencia una plaza muy típica que de pequeño miraba desde las grandes cristaleras de mi colegio. Recientemente la reformaron. La Junta de Castilla y León, en coordinación con el Ayuntamiento, expuso en una sala las maquetes de las tres alternativas finalistas del concurso público de ideas. Se distinguían entre sí como la propuesta "moderna", la "transformadora" y la "clásica". Obviamente, tras la votación de las asociaciones de vecinos, ganó esta última.

La corrala está presidida por una fuente a cuyos caños las mujeres acudían antaño a proveerse de agua fresca. Cuando se planteó el problema de cómo deshacerse de las palomas que ensuciaban el entorno, a alguien se le ocurrió que quizá acudían allí para saciar la sed en su pequeño estanque. Por eso, aprovechando la reforma, la cubeta se transformó en un hortera jardín de petunias multicolores. Ya sin agua, no llegaron más palomas.

Quizá simplemente se trate de eso: secar el entorno para evitar parásitos.

lunes, 2 de marzo de 2009

Todo en Uno



Como bien comentó Rajoy, hay muchos extranjeros cobrando paro y españoles buscando trabajo fuera. Una vergüenza. Últimamente incluso se publican estudios que afirman que el número de inmigrantes perceptores de la prestación por desempleo se asemeja al de nacionales completamente desprotegidos.

Los inmigrantes han estado llegando en los últimos 10 años para quitarnos el pan. Adicionalmente, los rumanos, por ejemplo, en cuanto se suben al metro, roban bolsos. Los albanos atracan chaléts con gran violencia. Los moros se dedican a trapichear con droga. Los chinos son unos mafiosos. Los sudacas se apropian de los parques los domingos... Si es que todos son iguales. De paso, han aprovechado, todos ellos en general, para violar a nuestras mujeres. Y encima son feos.

Estoy mirando de apostatar, por eso de que la Iglesia desprende demasiado tufo de rancio abolengo. Pero no sé si uno se puede desapuntar también de su país. Claro, que está difícil la cosa de buscar alternativa.


domingo, 22 de febrero de 2009

Artificios


Hay edificios simbólicos que ilusionan a ciudades enteras. Las sitúan en mapa internacional de urbes donde algún gran arquitecto deja huella. Incluso compiten entre sí para albergar en sus fauces a un posible Pritzker.

Sin embargo, conseguir que los nuevos edificios o que imaginativas reformas del espacio público revitalicen un barrio en concreto, no se alcanza a menudo. Barcelona, tantas veces criticada por su artificialidad, por exponerse cual escaparate ante una sufrida masa de espectadores, está consiguiendo ese difícil equilibrio. Si ya empleó los Juegos Olímpicos para terminar de (re)construirse a sí misma y la excusa del Fòrum sirvió para descubrir que la Diagonal llegaba al mar, el afán arquitectónico no ha parado en ningún momento.

Uno no puede dejar de mirar con la boca abierta a la Torre Agbar, de Jean Novel. Este supositorio gigante impulsó la renovación de una decadente y peligrosa zona industrial. El menos conocido Dominique Perrault es el autor del cercano y flamante Hotel Me, que tiene la virtud de desdibujarse cuando el cielo catalán está limpio, al igual que ocurre con la nueva sede de Gas Natural. Un ejemplo espectacular lo constituye el Macba. Richard Meier supo integrar a la perfección la blanca austeridad del museo en el seno de un barrio conflictivo que desde entonces ha tomado un cariz de modernidad social y cultural que lo han puesto de moda. Para comprobarlo, no hay más que pasear por la Rambla del Raval y observar la mole metálica oval del recién inaugurado Hotel Barceló.

Siempre se podrá discutir la estética e incluso habrá quien pueda calificar estos gestos como propios del imperio especulador que rige este país. Pero los resultados de dichas actuaciones se enfocan más bien hacia una línea democratizadora de la ciudad. Estos proyectos no dan la espalda a la persona, sino que reconcilian con el entorno. Incluso poder admirarlos desplazándote entre ellos cómodamente en bici, dice ya bastante de este modelo de hacer ciudad.

domingo, 15 de febrero de 2009

Hasta aquí ha llegado



Me decía el otro día un taxista que la cosa está muy mala, que el negocio se había reducido un 50%. Desde mi ignorancia, le sugerí si su mala situación podía deberse al indecente incremento de las tarifas, en un momento en el que la inflación general, y los combustibles en particular, se encuentran en mínimos históricos. Sin embargo, su análisis se enfocó en que las empresas eran sus principales clientes y habían cortado el grifo de todo gasto prescindible. El hombre se quejaba con amargura, además, de que las cuatro perras que llevaba a casa se las gastaba su mujer en reformar la cocina.

El taxista también sentenció después, con una inmensa sabiduría, cercana a la videncia, que los almendros son los árboles más tontos del mundo. Argumentaba que en cuanto sienten unos rayos de sol ya brotan, pero que luego siempre acaba con ellos una impertinente helada. Ya verás, comentaba, como, si sigue haciendo así, en unos días los veremos florecer. Y ayer ocurrió, con la venia de las benditas Azores.

En cuanto el almendro florece, ya se puede adelantar que ha finalizado el invierno. Quizá no lo haya hecho en el calendario, ni siquiera meteorológicamente, pues seguro que todavía nos queda por delante alguna nevada de ésas que ya no nos sorprenden. Pero ya hay ganas de que termine. Así que lo doy oficialmente por cerrado. Queda inaugurado un nuevo tiempo.