domingo, 15 de febrero de 2009

Hasta aquí ha llegado



Me decía el otro día un taxista que la cosa está muy mala, que el negocio se había reducido un 50%. Desde mi ignorancia, le sugerí si su mala situación podía deberse al indecente incremento de las tarifas, en un momento en el que la inflación general, y los combustibles en particular, se encuentran en mínimos históricos. Sin embargo, su análisis se enfocó en que las empresas eran sus principales clientes y habían cortado el grifo de todo gasto prescindible. El hombre se quejaba con amargura, además, de que las cuatro perras que llevaba a casa se las gastaba su mujer en reformar la cocina.

El taxista también sentenció después, con una inmensa sabiduría, cercana a la videncia, que los almendros son los árboles más tontos del mundo. Argumentaba que en cuanto sienten unos rayos de sol ya brotan, pero que luego siempre acaba con ellos una impertinente helada. Ya verás, comentaba, como, si sigue haciendo así, en unos días los veremos florecer. Y ayer ocurrió, con la venia de las benditas Azores.

En cuanto el almendro florece, ya se puede adelantar que ha finalizado el invierno. Quizá no lo haya hecho en el calendario, ni siquiera meteorológicamente, pues seguro que todavía nos queda por delante alguna nevada de ésas que ya no nos sorprenden. Pero ya hay ganas de que termine. Así que lo doy oficialmente por cerrado. Queda inaugurado un nuevo tiempo.



1 comentario:

Vulcano Lover dijo...

A ver si es verdad... yo ya no me fío ni de los almendros con la meteorología...