Palencia es una ciudad extraña. Me salen madres por doquier.
En el quiosco, comprando El País del domingo:
- ¿Cuánto es?
- 2.20, hijo.
En el monasterio, comprando unos hojaldres:
- Gracias, hasta luego.
- Adiós, hijo.
A pesar de tanto maternalismo, Palencia es una ciudad cada vez más triste y solitaria. Incluso Google avanza que está dejando de existir. Tan sólo hay que probar a teclear en el buscador "Palencia agenda actividades" para que automáticamente te intente corregir, por si te has equivocado en una letra. No, quería una "P".
lunes, 9 de noviembre de 2009
Quizás quiso decir `Valencia´
Etiquetas:
Palencia
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2 comentarios:
La próxima vez te llevas a tu compañero de piso, ya verás que te parece más entretenido todo...
:-P
Siempre hay mucho que hacer en las casas de tus múltiples madres.
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