miércoles, 23 de septiembre de 2009

Mirando para otro lado


Hace un par de años colocaron en el paseo del río unas monísimas vallas de madera, aprovechando la subvención que los trabajadores alemanes tuvieron a bien realizarnos a través de los Fondos de Cohesión Social. Como no podía ser de otra manera, el endeble material empleado ya se ha descolingado, debido sobre todo a actos vandálicos durante los fines de semana.

Con independencia de que mi sueño erótico consista en hacer botellón con una panda de adolescentes desbocados (no descartando el que luego, en un momento de éxtasis, haya que atacar alguna comisaría de policía), lo que no se puede hacer es mirar hacia otro lado. Existe diversión mal interpretada, sí, al igual que hay putas en Montera o maricas en Palencia (que van de la mano por la calle Mayor -sí, es verdad). Se pueden plantear premisas que arrojen un mundo feliz como situación de partida. Pero la realidad, la mayoría de las veces, no es así. Habrá que ajustarse a ella.


No hay comentarios: