sábado, 22 de noviembre de 2008

Aprovechando la coyuntura


De repente, el Ayuntamiento de Madrid se ha dado cuenta de que los porteros de discoteca son unos matones y ha decido iniciar un rosario de cierre de locales. ¡Qué típico resulta actuar a golpe de tragedia! Lo peor es que tales decisiones esconden la propia incompetencia del consistorio para hacer cumplir en todo momento la normativa municipal. Y es que, además, resultan lamentables las dificultades que cualquier empresario se encuentra a la hora de abrir un negocio u obtener una licencia sin disfrutar de algún guateque nocturno.

Para desgracia colectiva, Madrid carece de salas decentes para conciertos. De ahí que las grandes giras internacionales suelan pasar de largo. Otras veces uno siente vergüenza al observar qué tipo de lugares acogen eventos maltratados. La cultura no está de moda en la ciudad. A uno se le cae el alma a los pies cuando pasea por la Gran Vía observando cómo cines históricos son reconvertidos en restaurantes o cadenas de ropa, mientras otros permanecen cerrados, en un estado de semi ruina, contribuyendo así al deterioro social de la zona. La especulación autóctona también transforma teatros en apartamentos de lujo, derriba los símbolos de la memoria histórica y planifica carísimos museos a costa del bienestar de los vecinos.

Quizá la culpa la tengamos también nosotros. Por ir al cine al parque comercial de la salida de la Nacional de turno; por no vivir en el centro; por depender tanto del coche privado; por preferir la TV a Mahler; por estar atados a trabajos basura cuyos sueldos no permiten muchos aspavientos; por no tener interés en conocer la música generada al norte de un paralelo que no recuerdo; y por ser tan poco sensibles como para no poder soltar unas lágrimas ante un espectáculo de danza contemporánea. Cosas del capitalismo refundado.


1 comentario:

Vulcano Lover dijo...

La culpa no la tenemos nosotros. Ten en cuanta que llevan muchos años haciendo que sutilmente caigamos en ese camino y nos han ido poco a poco eliminando la iniciativa para ser críticos. Es una estrategia y han ganado. Afortunadamente no todo el mundo ha sucumbido. La pena es que ninguno de esos está en situación de poder imponer su criterio y que eso surta efecto. Así que a moverse, hay que cambiar las cosas como sea!!!