domingo, 9 de noviembre de 2008

Triste comparación


Palencia se muere y no sólo en las estadísticas. Con un simple paseo por la calle Mayor, donde uno no puede dejar de sorprenderse ante la cantidad de gente que se puede "permitir" estar al solillo un viernes por la mañana, se pueden apreciar cúantos locales se encuentran vacíos. Aquí, las asociaciones de vecinos dictan la política municipal. Por ejemplo, el año pasado la prioridad de la AA.VV. de El Carmen expuso al alcalde la imperiosa necesidad de contar con una fuente cibernética en el centro de Plaza de España. Y ahora presumimos de chorros. Quizá estas frivolidades se pueden permitir porque la mayor parte de las necesidades básicas ya se encuentran satisfechas. Con 80.000 habitantes, el volumen de instaciones deportivas públicas, por ejemplo, es muy llamativo: una pista de atletismo, dos campos de fútbol, tres piscinas cubiertas, cuatro al aire libre, cinco pabellones multiusosos...


Lo más preocupante es que las personas de mi generación nos hemos tenido que ir la mayoría, ya sea obligados por una necesidad laboral o axifisiados por un ambiente en el que prepondera el qué dirán. El destino predilecto ha sido Madrid. Una ciudad en la que el ayuntamiento congela las inversiones para dotaciones sociales en los barrios  porque las arcas de la villa están agotadas, desquiciadas bajo tierra. Desgraciadamente, la capital del Estado no dispone aún de suficientes infraestructuras como para permitirse semejantes lujos. La zona centro está especialmente dejada, excusándose siempre en que no existe suelo disponible. Pero para construir impresionantes museos, siempre hay hueco. Eso sí, apostamos por ser sede de los Juegos Olímpicos, que siempre queda muy bien de cara al exterior, aunque los que vivimos en Madrid no tengamos donde hacer deporte.




1 comentario:

Vulcano Lover dijo...

Eso te pasa por vivir en el centro. Venta a un barrio cercano al centro, como yo, que tengo el gimnasio municipal debajo de casa.

Bicos.