La forma más habitual de afrontar el exceso luz consiste en ponerse unas gafas de sol. También está la opción más simple de cerrar los ojos.
Son dos formas diferentes de solucionar un inconveniente.
Lo que pasa es que con esta última se deja de ver lo que sucede alrededor.
domingo, 12 de abril de 2009
Divergencias
Etiquetas:
Sueños
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2 comentarios:
pues yo te digo cosas David, lo de las gafas de sol si no existieran en Brasilia nos quedaríamos ciegos, hay un momento en el año que el sol es tan directo que te quedas medio ciego si lo miras, así que lo de las gafas de sol es un buen invento y encima quedan bien.
Yo soy mas de ir con los ojos encogidos... siempre se me olvidan las gafas en casa...
Me acordé de tí al pasar por la calle Fuencarral... un saludo!
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