martes, 27 de mayo de 2008

Cubismo




300 kilómetros por hora hacia Poniente. No es demasiada velocidad como para olvidar tu cara ilusionada de niño, despidiéndome desde el otro lado del andén.

Aún tiemblo al recordarte cogido en mis brazos, en vuelo, bajo la ballena metálica. ¿Ves como de algo sí que sirve el gimnasio?




1 comentario:

Anónimo dijo...

Aiiii nene! Jope, cómo me gusta esta canción! :)